«El mayor problema de comunicación es que no escuchamos para entender, escuchamos para responder.»
Esta frase, que seguramente has escuchado más de una vez, me parece genial y creo que deberíamos recordarla en todos los ámbitos de nuestra vida, no sólo en las discusiones interpersonales.
Escuchar es una señal de respeto y consideración, es fuente de aprendizaje, es la base para trabajar en forma colaborativa y, lo más importante, es una habilidad individual que se puede desarrollar.